En muchas ocasiones se habla de grupos o equipos de
trabajo en el aula indistintamente, pero no son los mismo. Cuando nos referimos
a un grupo nos estamos refiriendo a un conjunto de alumnos y alumnas que
comparten ciertas características o que se encuentran reunidas por alguna
circunstancia. Un ejemplo sería toda la clase de 1º de Comercio Internacional,
dónde cada alumno puede tener objetivos particulares y conseguirlos
individualmente, es decir, no dependen del resto del alumnado de su clase. En
cambio, cuando hablamos de equipo, se aplica a las personas organizadas
especialmente para realizar una actividad o trabajo. Es decir, los objetivos
marcados son comunes a todo el alumnado integrante del equipo y cooperan para
conseguirlos.
Por otro lado, aquí aparecen otros dos conceptos,
que en muchas ocasiones resulta difícil diferenciar, e incluso no hay un
acuerdo total sobre las diferencias. Se trata de cooperación y colaboración.
Aunque son enfoques similares, el aprendizaje
cooperativo y el aprendizaje colaborativo se utilizan teniendo en cuenta el
objetivo que perseguimos, las estructuras, número de componentes del equipo y
el rol del profesorado. El aprendizaje cooperativo tiene fines socio-afectivos,
es decir, los alumnos se ayudan para lograr una meta y, en cambio, el
aprendizaje colaborativo busca desarrollar habilidades personales y sociales.
Según las definiciones de la Real Academia de la
Lengua tenemos que:
- Colaborar: “Trabajar con otra u otras personas en la realización de una obra”.
- Cooperar: “Obrar conjuntamente con otro para conseguir un mismo fin”.
Atendiendo a ambas definiciones, podemos entender que
el término colaborar se refiere a trabajar juntamente con otras personas,
preferiblemente siendo un equipo lo más homogéneo posible. Por otro lado,
cooperar consiste en trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes, llevando
implícito acciones como ayudarse mutuamente o mostrar interés el uno por el
otro. Esto implica que el equipo que coopera debe ser lo más heterogéneo
posible.
Por tanto, con el aprendizaje cooperativo no se
trata de repartir tareas y que cada cual haga lo suyo para luego unirlas, sino
que todos se vean involucrados en cada una de las etapas para obtener el mejor
resultado posible.
Una vez aclarado que lo que vamos a formar son
equipos para que cooperen y realicen una determinada tarea o trabajo en clase,
vamos a emplear un método para realizar esos equipos.
Existen muchos métodos y
técnicas para hacerlo, pero considero que la basada en el Método DISC, basado
en el trabajo del psicólogo William Marston, es la más rápida y efectiva.
Además, se puede adaptar fácilmente a cualquier tipo de clase,
independientemente del número de alumnado que tengamos.
No cabe duda de que el trabajo en equipo es un
factor muy a tener en cuenta en el aprendizaje de cualquier materia y su valor
aumenta cuanto más heterogéneos sean los componentes de este equipo, desde el
punto de vista intelectual, social, de género, etc.
Con este método se pretende crear unos equipos
heterogéneos que sean capaces de cooperar, ayudarse mutuamente y aportar cada
uno lo mejor de sí mismo para alcanzar el objetivo marcado.
El psicólogo William Marston (1893-1947), divide en
4 los diferentes tipos de personalidades humanas, según diferentes factores que
predominen en el comportamiento de esa persona:
- Decisión [D]. Se trata de aquellas personas que toman decisiones rápidas y se preocupan más por los resultados que por la forma de alcanzarlos.
- Interacción [I]. Para todos aquellos que son comunicativos, extrovertidos, optimistas.
- Serenidad [S]. Son individuos que saben escuchar y tienen la capacidad de trabajar bajo mucha presión. Al contrario de los primeros, les preocupa más el cómo que los resultados.
- Cumplimiento [C]. Siguen las reglas y son analíticos, es decir, analizan hasta el más mínimo detalle hasta dar con la solución que mejor les parece.
Por otro lado, que este método este basado en 4 factores,
no es casual, ya que lo mejor para el trabajo en equipo, es que esté formado
por 4 integrantes. Es el número ideal para realizar cualquier aprendizaje
cooperativo con nuestro alumnado. Lógicamente, no siempre tendremos la suerte
de poder hacer todos los equipos de 4, por lo que en ocasiones tendremos alguno
de 3 o de 5. Llegado este caso, tendremos que valorar que es mejor, si bajar el
número o subirlo, dependiendo de las características del alumnado y del trabajo
y objetivos a lograr.
Para explicar el método de una manera más sencilla,
sin esos casos excepcionales, partiré de la base que tengo 24 alumnos en clase,
por lo que puedo hacer 6 equipos de 4 miembros cada uno.
El método consta de las siguientes fases:
1º FASE
Se le facilitará al alumnado la siguiente tabla con los colores para que se identifiquen a sí mismos según sus propias características. Es
preferible que el cuadrante vaya sin la etiqueta que resume cada perfil, para
conseguir más objetividad y para asegurarse que leen todos los ítems.
Decisión [D] (Rojo)
- Tengo necesidad por dirigir.
- Si una tarea deja de representar un reto, me aburro.
- Con las personas soy directo/a y voy al grano.
- Corro riesgos y busco desafíos continuamente.
- Tengo capacidad para dedicarme a muchas cosas a la vez.
- No admito sentimentalismos.
- Me enfado fácilmente.
- Soy competitivo y exigente.
Interacción [I] (Amarillo)
- Soy agradable y muy sociable.
- Me gusta trabajar solo/a.
- Tiendo a confiar poco en la gente en los primeros contactos.
- Deseo gustar a los demás.
- Tengo miedo al rechazo social.
- Suelo mostrar mis emociones.
- Soy bastante persuasivo/a cuando me lo propongo.
- Influyo con facilidad en los demás.
Serenidad [S] (Azul)
- Me aburro ante tareas/trabajos repetitivos.
- Soy exigente.
- Trabajo bien bajo presión.
- Se me da bien escuchar a los demás.
- Me gusta el trabajo en equipo.
- Soy tímido/a y reservado/a
- Soy bastante disciplinado/a en las tareas a realizar.
- Soy muy perfeccionista.
Cumplimiento [C] (Verde)
- Me gusta ayudar a los demás.
- Muestro un semblante relajado y tranquilo.
- Soy bastante independiente.
- Soy testarudo/a y firme.
- Me gusta seguir las normas.
- En ocasiones soy algo desafiante y con falta de tacto.
- Me gusta analizar todo antes de actuar.
- Soy bastante modesto/a.
Después, se les pedirá que rellenen esta pequeña
ficha indicando el número de características y aspectos de cada uno de los
cuadrantes que identifiquen como propias. Solamente tendrán que indicar el número,
pero no poner cuáles son, con el fin de que realicen esta fase con la mayor
sinceridad posible.
2º FASE
Una vez tengan cumplimentada la ficha con el número de cada color se
distribuirá la clase en cuatro grupos, uno en cada esquina del aula. Por tanto,
los que tienen un número mayoritariamente rojo irán a una de las esquinas,
haciendo lo mismo con los otros 3 colores y las otras 3 esquinas restantes.
3º FASE
En esta fase equilibraremos los 4 grupos, para que los 4 tengan el
mismo número de alumnado, concretamente 6.
La forma de hacerlo será siguiendo
los siguientes criterios:
- Si hay alguien con un numero igual entre dos colores, se cambiará al grupo donde haga falta alumnado.
- Después se preguntará al grupo más numeroso por su segunda puntuación, por tanto, si en segundo lugar alguien tiene el color azul, siendo su grupo actual el verde, se traspasaría de grupo.
- Se repetirá lo anterior con los demás colores hasta que se queden los grupos equilibrados.
- Si fuera necesario se recurriría al tercer color, aunque no es lo habitual.
4º FASE
Una vez están equilibrados los grupos se les pedirá que se enumeren del
1 al 6.
En esta fase tendremos a la clase dividida en 4 grupos más o menos
homogéneos, por lo que es interesante tenerlo en cuenta por si fuera necesario
para alguna otra actividad o trabajo que requiera esa homogeneidad.
5º FASE
En esta última fase se construirán los equipos de trabajo según el
cuadro siguiente. Lógicamente se podría hacer de varias formas, quizás más
sencillas, pero prefiero hacerlo así ya que de esta forma no esperan los cruces
de números, por lo que la enumeración que hagan de sí mismos no condiciona la
formación de equipos.
No obstante, es conveniente que antes de ejecutar esta distribución se compruebe que los equipos se quedarían igualados también en cuestión de género, ya que si según el cuadrante el primer equipo lo forman 4 chicas y hay otro con 4 chicos, se debería retocar este cuadrante, al menos, para intentar conseguir la máxima igualdad sin alterar los demás criterios.
Por último, se debe tener en
cuenta el tipo de grupo que tenemos, por lo que no es lo mismo aplicar esta
técnica a clases muy numerosas que a clases con un número reducido de alumnos,
por lo que hay que planificar bien esta técnica con antelación y verificar
minuciosamente su aplicación, para adaptarla a nuestras necesidades si fuera
necesario.
Se puede descargar este método en PDF aquí: