miércoles, 17 de mayo de 2017

La fábula del pescador y la serpiente, y la teoría motivacional de Skinner

      La motivación humana es un tema que ha suscitado mucho interés entre los psicólogos del trabajo y las organizaciones. Son numerosos los estudios realizados y las teorías elaboradas.
motivación
#Motivación     


Entre estas teorías motivacionales se encuentra la “Teoría del refuerzo” de Burrhus  Frederic  Skinner.
              Antes de comentar la teoría, sería interesante partir de “la fábula del pescador y la serpiente”:


"Un pescador aficionado vio de repente cómo se acercaba a su barca una serpiente con una rana en la boca. Apenado por la suerte de la rana liberó a ésta de los colmillos de la serpiente con cuidado para no lastimarla.
La rana se alejó contenta y esto alegró mucho al pescador, pero, después de dejar a la serpiente en el agua, se entristeció por ésta.
Ni corto ni perezoso, sacó una botella de aguardiente que llevaba para soportar el frío de la mañana y le dio unas gotitas. La serpiente se marchó eufórica y feliz y el pescador quedó muy satisfecho y contento por sus dos buenas acciones.
Pero al rato, cuando todavía saboreaba la bondad de sus actos, oyó unos golpecitos en el costado de la barca y cuál sería su sorpresa cuando descubrió otra vez a la misma serpiente. Esta vez llevaba dos ranas en la boca."

De esta fábula podemos extraer dos lecciones interesantes:
·  Cuando damos una recompensa, suponiendo que ésta sea del gusto de quien la recibe, recibimos como contrapartida más cantidad de la conducta recompensada. Es decir, obtenemos lo que habíamos recompensado previamente y, a veces, no coincide con lo que realmente esperamos, demandamos o solicitamos.
·  En ocasiones, por intentar hacer las cosas bien recompensamos la conducta incorrecta. Queriendo obtener A premiamos B y, claro, luego nos sorprendemos cuando recibimos B.

Está fábula la podemos relacionar con la teoría motivacional de Skinner, la “teoría del refuerzo: acción-reacción”.

El Dr. Skinner ofreció desde su cátedra de Harvard una teoría sobre el “refuerzo”. El refuerzo es un concepto central en el conductismo, entendido como un mecanismo central en el moldeamiento y control del comportamiento.
Según Skinner, el factor central para el control del comportamiento es el refuerzo. Un refuerzo es cualquier consecuencia que, cuando sigue inmediatamente a una respuesta, aumenta la probabilidad de que esa respuesta se repita posteriormente.
La teoría del refuerzo no tiene en cuenta los procesos del pensamiento que determinan el comportamiento. Incluso, muchos autores y críticos la ven como manipuladora y dogmática. 
Según Skinner si queremos que se inicie o que se mantenga un comportamiento, sólo tenemos un medio: el reforzamiento.
Este autor suele distinguir dos tipos de refuerzo:
Ø  Refuerzo positivo.
La presencia de un estímulo reforzador (un premio) ante la realización de una conducta incrementa la probabilidad de repetir esa respuesta. Se le suele aplicar también el término de condicionamiento de recompensa, ya que el sujeto es premiado por la ejecución de un determinado comportamiento.
Normalmente las consecuencias positivas implican actos agradables tales como elogios, reconocimiento y dinero.
Ø  Refuerzo negativo.
Es una técnica de refuerzo que se centra en disminuir la repetitividad de un comportamiento dado. A la persona se le da la elección de aceptar el cambio al nuevo comportamiento o será sujeto de una acción indeseada. Este es el estilo de refuerzo predominante en muchas organizaciones y en muchos centros escolares.
Si lo que se pretende es disminuir o eliminar un comportamiento, sólo podemos emplear dos técnicas: la extinción y el castigo.
§  Extinción. Se produce cuando no presentamos el estímulo reforzador que sustenta esa conducta. Al no reforzar el comportamiento, se irá “debilitando” y disminuirá la probabilidad de que se repita. Por ejemplo, si alguien gasta bromas muy pesadas y no le hacemos caso, es más probable que no siga haciéndolas.
§  Castigo. Un estímulo desagradable para el sujeto, posterior a la ejecución de una conducta que no se considera adecuada, aumenta la probabilidad de que ésta no se repita. Así, si alguien comete una infracción en las normas de la empresa, del aula o del centro escolar, recibirá una penalización, la cual puede consistir, según los casos, en una multa monetaria, una menor nota, expulsión temporal, etc.

Teniendo en cuenta esta teoría, de la que se podrá estar más o menos de acuerdo, si se utiliza, ya sea en una empresa o en un aula, se debe tener cuidado para que no ocurra lo que nos contaba la fábula del pescador y la serpiente. Es necesario estudiar y analizar bien cuál debe ser el refuerzo en cada caso y sus posibles consecuencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario